jueves, 19 de septiembre de 2019

Incendios

Me visitas de repente, sin avisar, y me pillas con la vida patas arriba. La mayoría de las veces saludo a tu recuerdo y sonrío en paz. Pero de un tiempo a esta parte he vuelto a echarte de menos. Dirás que no tiene sentido y seguramente no lo tenga. Pero nunca nada tuvo sentido y aún así conseguiste convertirte en el centro de mi vida.

Cuando vienes así, casi de puntillas, me recuerdas pequeños detalles, de esos que uno casi olvida sin darse cuenta y así vuelves a inundarlo todo. Es como si una parte de todo aquello se resistiera a marcharse aunque sepa que no le queda otra opción.

Hoy me visitaste en un sueño. No recuerdo muy bien qué pasaba. Creo que hacíamos pizza para cenar e íbamos al sofá.