miércoles, 15 de abril de 2020

Iba a hablar sobre ti pero acabé hablando de mí

Ahora entiendes que hacía falta actuar. Es curioso cómo solo reaccionamos cuando vemos el abismo ante nuestros pies, cuando vemos que todo se puede acabar.

Hace tiempo que quiero decirte que no siento esa magia. Hace tiempo que diste por hecho que con algunas palabras de cariño bastarían. Pero creo que a pesar de todo este tiempo, sigues sin conocerme.

Yo soy como un huracán que avanza con fuerza en cuanto toma tierra, arrasa con todo a su paso y cuando no encuentra nada más, desaparece. Como esa catástrofe natural que deja una cicatriz imborrable a modo de recordatorio para los días apacibles. Necesito constantemente elementos en el camino que me hagan querer seguir explorándolo, creciendo y haciéndome más fuerte.

Tu camino parecía estar lleno de vida para avanzar sin cese. Sin embargo, el sendero yermo es ahora una constante y yo he perdido fuerza. Me cuesta continuar, agonizo en un paraje desierto al que tú ahora intentas plantarle flores. Pero puede que sea demasiado tarde. Puede que yo haya perdido demasiada fuerza. Puede que las buenas intenciones no sean suficiente.