viernes, 30 de julio de 2010

El sol atraviesa las cortinas


Hoy la luz del sol me ha despertado, se ha colado por mi ventana, cometiendo un allanamiento de morada en toda regla.
A mí me gustaría ser como los rayos del sol que pueden entrar donde quieran y a nadie parece importarle. O ser como esas gotas de lluvia que saltan por la ventana de tu salón en una inesperada tormenta de verano. También mataría por volar como el viento, ser como la brisa del mar que revuelve tu cabello al caminar por la orilla de la playa...

Hace tiempo que estaba inmerso en un gran naufragio emocional, perdido en alta mar, pero al fin he avistado tierra, la veo lejana y sé que me costará alcanzarla, pero no dudo que lo conseguiré.
Al despertar esta mañana al fin me he dado cuenta. La vida es como la luz del sol.
A veces nada puede ir mejor, como el sol de mediodía, que parece que estará ahí siempre. Pero otras, sólo hay un ápice de felicidad, un ocaso agonizante.
Da igual, porque cada día vuelve a amanecer, sólo hay que tener paciencia y esperar a que el sol vuelva a colarse por la ventana.

2 comentarios:

  1. Preciosa reflexión sobre la vida. Añadiría el calorcito que nos transmite en los días optmistas, y la lluvia de los que no lo son tanto. Pero siempre, siempre, el sol vuelve a salir. :)
    Un saludo!

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  2. Olé man! Así me gusta! Pero no te olvides que no hay que dejar de lado los atardeceres... porque por muy tristes que parezcan, siempre aprendes algo nuevo de ellos... y tras ellos viene la tranquila noche, que te permitirá recuperarte y volver a la vida en la mañana que te espera! =D

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